lunes, 7 de enero de 2019

Despertar



Me sumerjo en la oscuridad de la noche,
bajo un cielo sin luceros,
sin estrellas, sin luna.

Mi corazón impulsa mis pasos
a través de un sendero que mis ojos no vislumbran
pero mi alma ansía.

A medida que avanzo se dispersan mis temores
y mis sentidos se sumergen en un mar de sensaciones
que los agudizan.

Y así, en medio de la nada,
en la oscuridad absoluta,
seducida por el silencio vuelvo a sentirme viva.

Mi alma evoca mi esencia más primitiva,
germinando en mi interior delicadas semillas
que se encontraban dormidas.

Mi corazón resplandece… La oscuridad se disipa.

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