lunes, 17 de septiembre de 2018

Susurros del Alma



Sutil melodía que embriaga mis sentidos y marca el rumbo de mi vida.
Notas de sabiduría que comunican a cada una de mis células
abundancia, perfección, vitalidad y armonía.

Susurros de un alma antigua que se encontraba dormida,
que hoy despierta y con voz angelical me anuncia
que hemos sido, somos y seremos parte de una fuente divina.
Fuente donde abunda la magia y las posibilidades son infinitas,
como infinito es el amor que nos crea y nos dota de vida.

Su canto me indica que existo más allá del tiempo y espacio,
que puedo vibrar en una frecuencia donde el ego se disipa,
donde no existe el miedo y soy capaz de erigir maravillas en mi vida.
Donde todo es gratitud, amor y sincronía.

El lugar donde siempre he existido aun cuando no lo perciba,
pues solo cuando exploro la grandeza de mi ser soy libre
para percibir la mágica melodía que el alma me susurra.

Solo en ese instante puedo acceder
 a esa extraordinaria fuente de donde mana la vida.
Donde danzo, vibro y resueno
inspirada por la alegría de sentirme inmensamente viva.

viernes, 14 de septiembre de 2018

La Última Promesa


El anciano encontró la llave en un cajón del clóset mientras recogía las cosas de su difunta esposa para donarlas a la caridad. Estaba guardada en un cofre de plata junto a las arras que le había entregado el día de la boda, la nostalgia le invadió, no pudo contener las lágrimas, ráfagas de recuerdos cruzaron por su mente en ese instante.

Esa llave, que su esposa siempre guardaba con gran recelo, abría la puerta de una hermosa cabaña a orillas de un lago que él le había obsequiado por su primer aniversario de bodas, y desde entonces había sido su refugio secreto, el lugar donde escapaban para disfrutar a plenitud de la magnificencia de su amor.

El anciano tomó su chaqueta, se subió al coche y condujo hasta aquel lugar. Al llegar su cuerpo se estremeció, con las manos temblorosas abrió la puerta, encendió el fuego de la chimenea, se sentó en el sofá y comenzó a recordar lo feliz que había sido junto a aquella gran mujer, con quien había compartido 45 años de su vida y que ahora había partido dejando en su alma un vacío enorme que no sabía cómo llenar. No tenía ni la más remota idea de cómo hacer para vivir con la ausencia de quien durante todo ese tiempo había sido su amiga, su amante, su confidente, su apoyo, su único y gran amor. Y aunque estar en ese lugar le hacía sentirse más cerca de ella; ya que en cada rincón, en cada detalle, en cada objeto podía sentir la presencia de su amada, eso no le daba consuelo a su alma.

Se levanto del sofá y se dirigió a la cocina por algo de beber. Grande fue su sorpresa al mirar en la puerta de la nevera sujeto con imanes un sobre que decía: “Amado Juan, sé que vendrás aquí”. El anciano arranco el sobre y lo abrió desesperadamente, encontrando una carta de puño y letra de su mujer donde le escribía:

Amor de mi vida, hoy descubrí que me tocará partir de éste mundo antes que a ti; aunque siento una enorme tristeza porque sé que mi partida te ocasionara un gran dolor, debo confesarte que mi alma se siente aliviada, porque el mayor temor que tuve toda mi vida fue que llegara el día en que tuviera que aprender a vivir sin ti.
Espero que aceptes la decisión de Dios como yo lo he hecho, pues realmente me siento muy agradecida con él por haberme concedido la dicha de conocerte y ser feliz a tu lado durante todo este tiempo. No permitas que el dolor de perderme sea más grande que tu fe.
Mi corazón se queda contigo y te acompañará hasta el último día de tu vida, así que debes prometerme que encontraras la forma de volver a sonreír, que dejaras de lado la tristeza, te reconectaras con la alegría y disfrutaras a plenitud los años que te queden de vida. Este es mi último deseo y la última promesa que le harás a tu esposa.
Amado Juan sólo si me prometes cumplir con esto yo podre descansar en paz.
Eternamente tuya…
Helen
El anciano apretó la carta fuertemente contra su pecho y entre lágrimas dijo: en nombre de nuestro inmenso amor, amada mía, te lo prometo.

martes, 11 de septiembre de 2018

La Chamana Mágica


En una pequeña aldea, ubicada a orillas de un bosque mágico, vivían un grupo de jóvenes guerreros que habían olvidado por completo los dones que les fueron obsequiados por el universo.

Estos guerreros parecían no encontrarle sentido a la vida, con sólo mirarlos podía percibirse un halo de tristeza, era como si la energía de su aura hubiese comenzado a apagarse, como si la alegría, cual ave en invierno, hubiese emigrado de sus corazones.

Pero un día, llego a la aldea una mujer llamada Atenea, quien comenzó a decir a todos los habitantes que en lo más profundo del bosque mágico existía una gran Chamana, poseedora de una sabiduría ancestral, conocedora de los ciclos de la vida, un espíritu de luz, un ser mágico, con una mirada penetrante y una voz de terciopelo que acaricia el alma.

Una mujer capaz de enseñarte a sanar cualquier herida, una mujer que logra enfrentarte con tus peores temores, que con su sabiduría te guía y te ofrece recursos para que salgas victorioso de las batallas más peligrosas a las que puede enfrentarse el ser humano, esas batallas que tienen lugar en lo más profundo de tu ser.

Los jóvenes guerreros empiezan a escuchar todos esos comentarios hechos por Atenea y comienzan a sentir que en sus corazones vuelve a brillar un poco de esperanza, se preguntan a sí mismos si será verdad todo lo que dicen, si realmente existe esa mujer tan sabia y si podrá ayudarlos a reencontrarse con esa parte de ellos, que aunque no pueden recordar, sienten que les hace falta.

Así cada uno de ellos, por separado, acuden a Atenea y le piden que les indique como pueden contactar con ese ser mágico del que ella tanto habla. Atenea les indica que el camino no es fácil, que al adentrarse en el bosque mágico su determinación será puesta a prueba y que probablemente no todos lo lograran, que el camino hacia la Chamana es un camino duro, en el que nuestro peor enemigo podrá llegar a ser nosotros mismos.

Al oír esto algunos guerreros desanimados deciden no emprender la búsqueda; pero otro grupo conformado por Artemisa, Kasandra, Urano, Ágata, Freya, Dana y Electra, deciden unirse para adentrarse en lo más profundo del bosque mágico en busca de la Chamana.

Al llegar a la entrada del bosque lo primero que ven es un letrero que cuelga de un árbol, donde se lee la siguiente inscripción:

«Si no sabes lo que quieres ¿Cómo vas a saber dónde buscar?»
            
Los jóvenes se miraron unos a otros y confundidos, por primera vez en mucho tiempo, comenzaron a preguntarse a sí mismos ¿qué era lo que realmente querían?; ¿qué era eso que los movía a abandonar su comodidad para emprender ese viaje hacia lo desconocido?... Y esperando encontrar respuesta a esas interrogantes se adentraron en el bosque.

Agotados luego de haber caminado un día entero, deciden parar y buscar un lugar para acampar y descansar. Artemisa, haciendo gala de su arte preparo para los guerreros un festín digno de los Dioses, pareciera que las mismas hadas se hicieron presentes para ayudarla a crear los manjares más exquisitos del mundo.

A la mañana siguiente los guerreros despertaron con el alba, decididos a emprender la búsqueda nuevamente.

Freya comienza a dudar de que realmente exista ese ser mágico y empieza a aflorar en ella un miedo que la hace cuestionarse, ensimismada y totalmente taciturna se aísla del grupo sumergiéndose en un mar de pensamientos y recuerdos que la llevan a divagar entre la ira y el desconsuelo.

Mientras tanto, el resto del grupo no logra ponerse de acuerdo sobre qué rumbo tomar, Artemisa, Urano y Ágata insisten en que era preferible quedarse en casa. Dana iracunda les grita a todo pulmón que hagan lo que quieran, total da igual estar o no estar, parar o continuar.

Electra interviene y señala a una mujer que se acerca a través del bosque, Kasandra se acerca, la mujer dice llamarse Armonía, todo el grupo se acerca a conocerla.

Armonía haciendo honor a su nombre transmite serenidad, su voz es suave y melodiosa, se asemeja al trinar de los pájaros. Ella le asegura a los guerreros que la Chamana si existe, que ella ya ha tenido el honor de conocerla y de recibir su ayuda, que la razón por la que se encuentra en el bosque es porque está en su búsqueda nuevamente, porque la majestuosidad de la Chamana es tal, que una vez que la conoces no te puedes alejar.

Kasandra y Dana preguntan al unísono: ¿Dónde exactamente podemos encontrarla?

Armonía respondió: sólo cuando logren descifrar lo que su corazón busca la podrán encontrar… Y así sin más volvió a desaparecer en el bosque.

Los jóvenes guerreros se sentaron alejados unos de otros, en completo silencio, por segunda vez desde que emprendieron la búsqueda comenzaron a pensar que era eso que su corazón añoraba.

Kasandra, quien vivía sumergida en el mar de la ambición, empezó a darse cuenta que a su corazón le faltaba esa magia indescriptible que la hiciera vibrar, esa pasión que sólo enciende el fuego del amor, ese amor puro que nace en lo más profundo del ser, y sintió que por sus mejillas, como perlas, se deslizaban las lagrimas; aunque hasta ahora muchas lagrimas había derramado podía sentir que este llanto era distinto, cada gota que brotaba de sus ojos parecía venir de lo más profundo de su alma.

Por su lado Electra lucha con sus propios demonios, sintiéndose indigna de disfrutar del amor más puro que pueda existir en el planeta, sin darse cuenta que cada palabra dicha y cada pensamiento han sido necesarios, como necesario es aceptar sin reproches; errar, aunque cueste creer, es lo que nos hace ser humanos.

Ágata, oculta bajo una falsa serenidad, se atormenta pensando qué necesita hacer para como un pájaro poder volar.

Urano y Artemisa, siempre muy cercanos, se lamentan juntos cual víctimas de un depredador salvaje; aunque en el fondo saben que pueden sus corazones liberar, siguen eligiendo vivir como esclavos.

Dana, se refugia en su coraza con la creencia de que nada necesita y está protegida de cualquier daño externo, sin darse cuenta de que lo que realmente lastima ya está dentro.

Al fin el sueño llega… los guerreros, caen rendidos en medio de la incertidumbre y el miedo que les produce lo que han descubierto. A la mañana siguiente un olor a flores les despierta, al abrir los ojos encuentran ante ellos a una mujer que irradia una gran belleza, esa belleza que viene del alma y que hechiza con solo mirarla.

La Chamana con voz de ángel los saluda y les dice, el mejor regalo que les puedo dar dentro de ustedes mismos lo podrán encontrar. Solo puedo señalarles lo siguiente:

Artemisa: si ya sabes lo que quieres y lo que te apasiona solo tienes que aferrarte a ello. Si lo que has hecho hasta ahora no te hace feliz es porque insistes en tus deseos reprimir.

Urano: cuando la comodidad nos mantiene aferrados a alguien o algo es imposible que suceda un cambio.

Ágata: a veces creemos que el mundo no puede vivir sin uno y nos negamos a ver que es uno quien no quiere vivir sin el mundo.

Freya: frente a un espejo podrás ver a una gran mujer, llena de dones y creatividad que solo ella se resiste a aceptar. Abre tus brazos y abraza a esa maravillosa mujer que la vida ha esculpido tan perfectamente.

Kasandra: esos defectos que insistes en ver solo el amor los puede desvanecer. Decir “NO” es necesario, cuando es la única forma de mantenernos a salvo.

Dana: si un recipiente está lleno es imposible que entre algo nuevo. La casa has de limpiar si a la alegría quieres dejar entrar. Saca todo lo que no es útil y date el permiso de renovar.

Y a ti Electra, debes tener presente que lo que no expresamos nos resiente. Para con la culpa poder luchar lo primordial es aceptar. Mientras las emociones enmascaramos la cura no la encontramos.

A todos jamás olviden que son seres únicos e irrepetibles, que el amor los acompañe, aquí estaré siempre para guiarles. Dicho esto la Chamana desapareció entre la niebla del bosque.

Los jóvenes guerreros regresaron a la aldea, con las ideas en orden y un aura renovada, decidieron poner en práctica los sabios consejos de la Chamana… Al cabo de unos meses los cambios ya afloraban:

Artemisa feliz estaba y con su arte el paladar de los habitantes deleitaba, disfrutaba la libertad que brinda hacer lo que amas.

Urano seguro de sí mismo, lleno de salud y libre al fin, disfrutaba todo lo que la vida le obsequiaba.

Ágata radiante, sin rencor ni miedos, se dedica a ayudar a otros a alcanzar sus sueños.

Freya emprendedora y segura, su prosperidad asegura. Ahora se permite brillar, perdonar y amar.

Kasandra al fin sin reproches se puede mirar y ahora está libre para a otros amar.

Dana se encuentra renovada y llena de frescura. Recibir un abrazo ya no es una tortura. Ahora ligera de carga disfruta del placer de estar viva.

Electra ha aceptado lo que su alma ahogaba, al perdonarse su corazón ha liberado. Ya libre de culpa disfruta a plenitud del maravilloso regalo que arrullan sus brazos.

En todos existe un sentimiento colectivo que es el agradecimiento a ese ser divino, regalo de Dios para quien se siente perdido. Gracias Chamana por todo lo aprendido.

-Fin-

lunes, 10 de septiembre de 2018

El Ocaso de Mónica



Luego del funeral Mónica decidió alejarse de la ciudad. En medio del desasosiego y el inmenso pesar que le ocasionaba la pérdida de su madre, lo que menos le apetecía era permanecer en un lugar atestado con luces de colores, villancicos y un empalagoso espíritu navideño.

Llegó a casa, cambió su elegante vestido negro por jeans, suéter y botas, subió a su coche y, sumergida en un trance que le impedía sentir, condujo sin detenerse hasta una hermosa cabaña a orillas del lago Lemán.

Era un lugar fascinante, sumergido en el silencio, donde se respira aire fresco con ligero aroma a pino. El trinar de las aves acaricia tus oídos y tu vista puede deleitarse con mágicos atardeceres que dan la ilusión de que el sol descansará sumergido en las azules aguas del lago.

Al bajar del coche, Mónica sucumbió a la tristeza, como si hasta ahora se hiciera consciente de la realidad. Su madre lo era todo para ella y, desde que le detectaron el tumor, Mónica no había dejado aflorar ninguna emoción que pudiera desalentarla, desde ese momento reprimió su llanto y se transformó en su motivadora personal, siempre alegre y cargada de optimismo.

Ahora todo había terminado, ambas perdieron su batalla contra el cáncer y el dolor e impotencia contenida salía a la superficie como la devastadora lava de un volcán, siniestrando cualquier vestigio de esperanza que encontrara a su paso.

Como pudo, entró a la cabaña y se acurrucó en el sofá junto a la chimenea. Sus lágrimas brotaban sin control, sentía una enorme opresión en el pecho, el dolor le estaba desgarrando el alma. Y es que a esta hermosa mujer de sólo 30 años la muerte parecía no darle tregua, como si cual amante celoso conspirara para arrebatarle todo lo que ama.

Con sólo 3 años de edad perdió a su padre, quien jamás volvió de la guerra. Su hermano mayor pereció en un accidente aéreo volviendo a casa para navidad cuando ella sólo contaba con 16 años. Hace sólo 4 años su esposo y su único hijo murieron en un accidente de coche mientras regresaban a casa para sorprenderla con un regalo por su cumpleaños y, en este momento, el cáncer acababa de arrebatarle la vida de su madre.

Se sentía abrumada y tremendamente cansada de vivir sólo para superar las pérdidas de aquellos a quienes amaba. Su vida estaba signada por la tragedia, la muerte y su guadaña parecían ser sus leales compañeras.

Se levantó y se miró en el espejo como si intentara hurgar en lo más profundo de su ser para encontrar una explicación a su desdicha, pero sólo veía el reflejo de una mujer taciturna y aturdida.

Sacudió la cabeza como queriendo deshacerse de esa imagen y se fue a la cocina, abrió la mejor botella de vino que encontró y se dirigió hacia el apacible lago.

Al sentir la fría arena bajo sus pies descalzos experimento un fuerte escalofrío, aun así continuó avanzando hasta adentrarse lentamente en las heladas aguas, ignorando a su acelerado corazón y sus temblorosos músculos que parecían gritarle que saliera de allí porque corrían peligro. A pesar de que cada vez le era más difícil controlar sus piernas prosiguió avanzando hacia lo más profundo, hasta que su acelerada respiración disminuyó y el latido de su aterrorizado corazón se volvió imperceptible.

En ese último instante, pálida, inmóvil, rígida, sus recuerdos más felices junto a sus seres amados continuaban proyectándose en su mente como una película.

Así, mientras el sol se ocultaba en el horizonte, Mónica sumergida en las azules aguas del Lemán se despedía de su exigua y atormentada vida.

-FIN-

martes, 4 de septiembre de 2018

Padres Potenciadores = Niños Felices



            Hace unos días, alguien publicó en un grupo de whatsapp una serie de reglas que debemos inculcarles a nuestros niños, las mismas parecían propias de un campo de concentración nazi, una programación siniestra destinada a anular la creatividad, espontaneidad, seguridad y autoestima de un niño. Mi respuesta inmediata fue: “waooo… Ya sabemos por qué tantos problemas de conducta, de rendimiento escolar, depresión, frustración y agresividad en nuestros niños. Y, cuándo los enseñamos a ser felices, a manejar y expresar sus emociones, a respetarse, valorarse y amarse a sí mismos”.

            Lo cierto es, que ese sistema de crianza no deja de rondar mi cabeza desde entonces. Porque si bien es cierto que cada día tenemos niños más inteligentes y evolucionados, también lo es que en lugar de potenciarlos estamos día a día volviéndonos más controladores y sobreprotectores. Padres, abuelos, maestros, nos hemos convertido en los grandes limitadores del potencial de nuestros niños. He visto con preocupación, a maestros de preescolar, borrarle los dibujos a un niño porque no cumple con su idea preestablecida de lo que debe ser una casa. Si Da Vinci y Picasso hubiesen tenido maestros así, estoy segura de que no existirían obras como La Scapigliata, La Ultima Cena, La Dama del Armiño, La Mona Lisa, El Sueño, La Lección, La Señoritas de Avignon, etc.

            Es nuestro deber y obligación crear un entorno adecuado para que nuestros niños puedan desarrollar al máximo su potencial, descubrir sus dones y expresarse con confianza y seguridad. En lugar de prohibirles que rayen las paredes creémosle un espacio, un muro donde puedan pintar y expresar su creatividad; enseñémosle a respetarse a sí mismos; a manejar y expresar sus emociones, nuestros niños tienen derecho a experimentar emociones negativas como: rabia, miedo, inseguridad, tristeza, ansiedad, y es nuestro deber como adultos, enseñarles a  expresar y liberar esas emociones para que no dejen huellas negativas en su alma.

            Si nota que su hijo está molesto, tiene un ataque de ira, en lugar de reprimirlo mantenga la calma, e incítelo a golpear un cojín hasta que note que cambia su estado de ánimo, con esta forma de catarsis el niño se liberará de la rabia, una vez que se haya calmado hable con él y averigüe que detonó esa emoción y explíquele que cuando vuelva a sentirse así, en lugar de explotar, puede comunicarle lo que le molesta que usted siempre estará dispuesto a escucharlo y a ayudarlo.

            Si está asustado o con ataque de pánico, apóyelo, nunca lo ridiculices, explícale que es normal sentir miedo en ciertas situaciones, pero jamás debes permitir que se sienta mal o avergonzado por el hecho de tener miedo. Analiza con él la situación y proporciónale estrategias que puedan ayudarle a vencer sus miedos. Pueden hacer juntos una lista con cosas que le recuerden por qué está fuera de peligro, porque puede sentirse a salvo.

            Otra de las emociones que pueden experimentar nuestros niños es la tristeza, y es quizás una de las más difíciles de identificar, ya que a veces la enmascaran y expresan de manera agresiva mediante golpes o empujones. Lo más importante, es que el niño aprenda que a pesar de que no nos guste sentirnos así, la tristeza es una emoción normal. Y todos, en algún momento, padecemos este sentimiento. Para que el niño alcance este nivel de comprensión es importante que usted no oculte su tristeza, si se siente triste explíquele a su hijo de forma sencilla, sin dramas, sin victimizarse, ni brindarle información inapropiada, el motivo de su tristeza, así les estará brindando a través de su ejemplo una experiencia para cuando sea él quien se sienta así. Es importante que se sienta escuchado, evite cuando hable con él las interrupciones, trate de hacerlo en un lugar tranquilo. Cuando lo vea calmado, puede abrazarlo durante varios segundos, de esta manera estará reforzando su seguridad y autoestima. Al igual que con el miedo, puede servir de mucha ayuda, que elaboren juntos una lista de todas las cosas buenas por las que se sienten agradecidos, esto le ayudará a combatir su pesimismo.

            En cuanto al manejo de la inseguridad y ansiedad en los niños, es importante que nos convirtamos en sus motivadores personales, debemos recordarles a diario que son seres únicos, que cuentan con todas las habilidades y destrezas para realizar cualquier tarea que emprendan. Cuando los vean dudar, pídanles que les hablen de lo que sienten, tratando siempre de indagar el por qué de esas emociones. Eviten compararles con otros, enjuiciarlos y ridiculizarlos.

            Aprendan a observar a sus hijos, a aceptarlos tal como son, sin permitir que su sistema de creencias los limite. Sé que como adultos creemos saber que es lo mejor para los niños, pero muchos nos dejamos llevar por nuestro ego, nuestros miedos y terminamos colocando la carga de nuestros sueños no cumplidos sobre nuestros hijos.  Así nos encontramos, muchos jóvenes apasionados por el arte, en las facultades de medicina; otros que aman la astronomía en la escuela de derecho. Porque lamentablemente, en lugar de aceptarlos, les imponemos la gran y dolorosa carga de renunciar a su esencia, a sus dones, por pertenecer al clan.

            Seamos congruentes, si realmente queremos que nuestros hijos sean felices y exitosos, fortifiquemos su autoestima, brindémosles herramientas que les permitan afrontar las circunstancias de la vida, pero nunca le impongamos la forma en que deben vivirla. Hagámonos responsables de las decisiones que tomamos en nuestras  vidas, si abandonamos nuestros sueños es nuestra responsabilidad, pero no podemos aspirar traer hijos al mundo para que hagan por nosotros lo que decidimos no hacer nosotros mismos. Démosle nuestro permiso y nuestra bendición para que lo hagan distinto, que escriban su propia historia, descubran sus dones y los pongan al servicio de mundo. Que se sientan libres de ser lo que quieren ser, de experimentar la vida, con la seguridad de que siempre vamos a amarlos.

Inspiración...


Permite que las situaciones adversas afloren lo mejor de ti.


Un diamante que resplandece por vez primera, luego de subyacer largo tiempo en lo más profundo del planeta.

Se ha forjado sometido a presión y temperaturas extremas. Oculto, ignorando su majestuosidad e inimitable belleza.

El magma, que arde en la profundidad, le ha obligado a desprenderse de su cuna rocosa y, una abrupta erupción volcánica, lo ha desterrado hacia lo desconocido, a la superficie de la tierra.

Expuesto bajo los rayos del sol, ahora es capaz de apreciar lo que verdaderamente es: un ejemplar único, bello, inalterable, irrompible e indomable. Ahora es consciente, por primera vez, de su belleza, fuerza y grandeza.

En ese instante, el diamante agradece por todas esas circunstancias adversas; pues de no ser por ellas sólo sería otro átomo de carbono sepultado en la corteza más profunda de la tierra.



lunes, 3 de septiembre de 2018

Y para ti qué es ser feliz


    Expresar lo que sentimos es quizás una de las cosas más difíciles a la que nos enfrentamos en nuestro transitar por este mundo, incluso desde antes de nacer hemos sido condicionados a callar y a ocultar nuestros pensamientos y emociones, ya sea para ser aceptados o para no herir la susceptibilidad de quienes nos rodean.

    Es como que el hecho de permitirnos ser nosotros mismo, y manifestarnos al mundo tal y como somos fuera un pecado mortal. Nos han vendido la idea que es más importante ser aceptados que felices. Así hemos aprendido a enclaustrar nuestra esencia, nuestros dones, eso que nos hace únicos, en pro del bienestar colectivo.

    Lo irónico es que vamos por la vida pregonando que deseamos ser felices, pero alguna vez se han preguntado qué es para ustedes ser felices, muchos de nosotros ni siquiera podemos definir en una frase que es lo que nos hace felices y así vivimos en automático, odiando muchos aspectos de nuestra vida pero sin hacer nada por cambiar nuestra realidad. Lo que más asusta es que a pesar de que todos tenemos claro que nuestro paso por esta vida es transitorio, qué según la ciencia el promedio de vida de una persona es de 76 años, vivimos como que tuviéramos todo el tiempo del mundo, es como si nuestro cerebro, cual padre sobreprotector, decidió en algún momento protegernos de esta realidad.

    Ahora bien, imagínense por un momento que le dieran la noticia de que van a morir en 24 horas y que ustedes mismos deben escribir su obituario, qué dirían, cómo describirían su paso por este mundo, qué legado dejarían. No se ustedes, pero hoy me puse a reflexionar lo que diría el mío y termine aterrada, me pareció que aún hay muchísimas cosas que me gustaría hacer, decir, sentir. Di gracias a Dios por tener la oportunidad de realizarlas y comprendí que al final de mi vida me encantaría que mi obituario dijera algo así: “Vivió libre de condicionamientos, amando y agradeciendo cada instante de su vida, brindando sus dones al mundo, dejándose sorprender, en resumen, siendo feliz”.

    Realmente creo que el gran trabajo que nos toca hacer a cada uno de los seres humanos que habitamos este planeta es librarnos de las pesadas cadenas del condicionamiento colectivo y despertar a nuestra propia realidad, reconectarnos con nuestra más pura esencia, donde podemos ser nosotros mismos, sin juicios, sin miedos, sin apegos, ser libres…. Porque a partir de hoy cada vez que me pregunten que es para mí ser feliz podré responder con total convicción: ser feliz es vivir en libertad, disfrutando y amando todo cuanto existe en este mundo, pero sin apegarme a nada; inhalando y exhalando, confiando en que Dios confabula a cada instante para proveerme todo cuando requiero para plasmar mi legado en esta vida. 

Somos Seres Con Infinitas Posibilidades


       Cuando la oruga se transforma en mariposa emprende su nuevo ciclo consciente y segura de que los cambios son necesarios para lograr ser lo que estamos destinados a ser en esta vida.

       A los seres humanos nos puede llevar más de una vida lograr comprender lo necesario que es para nuestra evolución reinventarnos constantemente. Desde nuestro nacimiento empezamos a establecer lazos que nos hacen sentir cómodos y seguros con nuestro entorno, y aunque empezamos a crecer y esos mismos lazos comienzan a limitarnos, nos cuesta mucho tomar la decisión de cortarlos, a muy corta edad desarrollamos la tendencia a confundir “comodidad y seguridad” con “felicidad y plenitud”. Elegimos constantemente quedarnos en lo conocido, ignorando la capacidad que tenemos de expandirnos, de mutar constantemente. Nos conformamos con encajar y muchas veces culminamos nuestro ciclo de vida sin ni siquiera recordar la misión que estábamos destinados a cumplir en este mundo.

       Así que si no te sientes pleno en uno o más de los 4 pilares que sustentan tu vida:
* Salud
* Relaciones
* Dinero
* Tiempo Libre

Muévete, reinvéntate, comienza a imaginarte alcanzando lo que anhelas en cada uno de esos aspectos. Analiza qué necesitas para que tu vida sea plena y abundante y hazte consciente de que esos recursos ya forman parte de ti.

Aprende a ver tu vida como una película en la cual tu eres el director, sólo tú decides como contar tu historia ideal, que imágenes crear, que sonidos agregar y que sensaciones transmitir. Una película que refleje tu capacidad de lograr todo lo que te propones, tu salud inquebrantable, tu éxito financiero y laboral y especialmente el amor que eres merecedor de dar y recibir.

Una película que inspire a otros a crear su historia y que sirva de legado para las generaciones futuras. Que nos recuerde continuamente que vivir no es sólo respirar, que procedemos de una fuente de abundancia y creatividad infinita, mientras permanezcamos conectados a ella seremos capaces de lograr todo cuanto anhelamos.

Que cuando nuestro ciclo de vida finalice podamos partir sabiendo que logramos Ser todo cuanto estábamos destinados a Ser en esta vida.